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Ayatolá Jamenei: El Año Nuevo, año del apoyo a los productos iraníes

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Ayatolá Jamenei: El Año Nuevo, año del apoyo a los productos iraníes

Teherán, 21 de marzo de 2018, IRNA – Tras felicitar el martes el nuevo año iraní, el Líder Supremo de la Revolución Islámica designó el 1397, como el año del "Apoyo a los Productos Iraníes".

El texto completo del discurso de Su Eminencia es el siguiente:

En el nombre de Dios, el Clemente y el Misericordioso

¡Oh, Reformador de los corazones y las mentes!

¡Oh, Regente del día y de la noche!

¡Oh, Transformador de los estados y las circunstancias!

¡Cambia nuestro estado al mejor posible!

¡Oh, Dios, guíanos por el camino de aquellos que han sido guiados y otórganos la fuerza para poder ser como los diligentes!

Felicito a todos mis queridos compatriotas, en cualquier punto de la nación o en cualquier lugar del mundo que se encuentren, así como a todos los pueblos que celebran el Noruz. Y en especial, felicito a los familiares de los queridos mártires, a los discapacitados de guerra y sus familias. Asimismo, envío una especial felicitación a los jóvenes y adolescentes de la nación, que representan la esperanza y llevan el país hacia delante. Espero que vivan el Noruz con alegría y tengan un año lleno de bendiciones. Este año, la primavera coincide con un período de espiritualidad: los meses de Farvardin, Ordibehesht y Jordad (del calendario solar) coinciden con los meses de Rayab, Shaaban y Ramadán (del calendario lunar). Espero que con la ayuda de Dios podamos experimentar un crecimiento natural (económico) y espiritual en nuestro país. Esta esperanza brota de los corazones, y con la ayuda de Dios, nuestro pueblo y nuestro país, en el futuro, experimentarán un crecimiento en el plano espiritual, junto al económico.

Saludo al Imam Mahdi (que Dios acelere su llegada) y saludamos y rememoramos el espíritu de nuestro grandioso Imam. Me referiré en una parte al año 96 y en la otra al 97… El año 96, como todos los años, supuso un conjunto de altibajos y momentos agridulces, al igual que ocurre a lo largo de la vida. La parte dulce del año 96 fue la demostración del poderío y la grandeza del pueblo, patentes durante todo el año. A principios de año, el pueblo participó de forma grandiosa e impresionante en las elecciones presidenciales y a los Consejos Municipales. Más de 40 millones de habitantes participaron en los comicios. Esta presencia fue muy positiva y significativa. Después se produjo su masiva participación en el Día de Al-Quds, en el mes de Ramadán, y a finales de año la conmemoración de la epopeya del 9 de Dey; y finalmente su impresionante implicación en la marcha del 22 de Bahman (día de la victoria de la Revolución Islámica).

Aunque debo señalar que el 9 de Dey, tras los disturbios que se produjeron, las gentes, de forma voluntaria se manifestaron durante varios días en diferentes ciudades del país. Todo ello constituye una muestra de la gran participación y despertar del pueblo de Irán; un pueblo enérgico y activo en todos los campos donde fue requerida su presencia. Otro punto importante y dulce del año pasado fue que las amenazas contra los países de la zona, una de las cuales pretendía golpear a la República Islámica de Irán, supimos convertirlas en oportunidades. Esas amenazas no solo no dañaron al país, sino que se convirtieron en una oportunidad. Quienes conocen los temas internacionales comprenden a la perfección el significado de todo esto. Otro de los puntos positivos fueron los esfuerzos llevados a cabo para reavivar y cumplir con el lema del año, es decir, el aumento de la producción nacional y del empleo en el marco de la economía de resistencia. Se han realizado avances muy beneficiosos para aumentar la producción y el empleo, aunque todavía queda mucho por hacer en ese sentido, y debe hacerse.

En parte, este propósito se ha conseguido; no obstante, hay que continuar esforzándose hasta cumplirlo por completo. También hemos experimentado algunas aflicciones a lo largo del año 96: un terremoto, inundaciones, accidentes aéreos y marítimos, sucesos en los que perdimos a algunos de nuestros queridos conciudadanos. Todos ellos fueron para nosotros amargos contratiempos. Aparte de esto, también hemos sufrido una sequía en varias zonas del país, que esperamos que la bendición de Dios ayude durante el verano a que se solucione este problema. De igual modo, en cuanto a las vicisitudes económicas que atraviesan algunos sectores de la sociedad, aunque ya existían anteriormente, debemos tratar que se conviertan en una razón para esforzarnos todavía más; también yo haré alusión al respecto y, con la ayuda de Dios, igualmente se solucionará este problema. Asimismo, a finales de año, en los últimos meses, tal como planeó el enemigo, se produjeron algunos disturbios en el país; sin embargo, el propio pueblo, de forma voluntaria, les plantó cara e incluso se enfrentó a quienes intentaban instigar en su nombre esos disturbios y detuvieron a los saboteadores. Ese fue un incidente que contribuyó a poner de manifiesto la grandeza del pueblo.

Respecto al año 97, que comienza a partir de este momento, lo más importante es que todo el mundo debe trabajar con tesón. Habitualmente, en los lemas de cada año me dirigía a las autoridades del país, pero este año me dirijo a todo el pueblo y en especial a todos los responsables. En primer lugar debo decir que se deben tener en cuenta los temas económicos, culturales y otras cuestiones; pero nuestras cuestiones principales son la economía y el poder adquisitivo de la población. Todo el mundo debe esforzarse, todo el mundo debe trabajar denodadamente, y el eje principal debe ser la producción nacional. Si todos toman en consideración la cuestión de la producción nacional siguiendo las directrices que daré más adelante durante mi discurso, muchos de los problemas económicos y relacionados con el poder adquisitivo de la gente se solucionarán, al igual que el empleo y las inversiones; todos los problemas se solucionarán.

Disminuirán en gran medida los problemas sociales. El eje principal debe ser la producción nacional. Por lo tanto, si la producción nacional se incrementa, muchos de los problemas se solventarán. He considerado este tema como el eje principal para el lema de este año, es decir, “el apoyo al producto iraní”. Es el año de apoyar la producción iraní. Lo cual no solo implica a las autoridades, sino que todo el mundo puede ayudar, en el verdadero sentido de la palabra; todos deben participar, aunque este apoyo involucre otros cinco o seis aspectos que más adelante explicaré en mi alocución; diferentes factores que todas las autoridades, en diversos campos, y el pueblo podrán cumplir.

Espero que con la ayuda de Dios todas las autoridades y el pueblo puedan acometer sus deberes de la mejor manera posible, y lleven a la práctica por completo el lema del apoyo a los productos iraníes durante este año.

La paz sea con los dignos siervos de Dios.

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